Medicamentos contra la inapetencia infantil

Existen medicamentos que se emplean para aumentar el apetito. No soy muy partidario de los mismos pero comprendo que algunas familias llegan a situaciones límite que nadie parece comprender. El pediatra nos receta complejos vitamínicos, los familiares, amigos y vecinos tienen raudales de consejos y críticas y la tensión se va acumulando en nuestros hogares a medida que los platos pasan por delante del niño sin que muestre deseo de probarlos a la par que sus fuerzas se disipan en una alarmante apatía.
La viagra de la inapetencia infantil se llama ciproheptadina. Es un antihistamínico que actúa bloqueando los receptores H1 de la histamina. Para aquellos que padecemos alergias - en mi caso alimentaria - la mención de la palabra histamina nos suele causar un profundo estremecimiento : es la substancia que se libera cuando nuestro cuerpo entra en contacto con un alergeno y produce molestos efectos en nuestro cuerpo (picores, hinchazón...). La ciproheptadina además también bloquea los receptores de la serotonina a nivel cerebral. La serotonina actúa como una inhibidor de la ira, la agresión, la temperatura corporal, el humor, el sueño, el vómito, la sexualidad, y EL APETITO. Por tanto, si la bloqueamos, seguiremos teniendo hambre aunque estemos llenos.
La mayoría de los medicamentos antianoréxicos incorporan en su formulación ciproheptadina. Los más conocidos, entre otros muchos, son el Desarrol, el Troforex Pepsico y el Trimetabol. Es cierto que abren el apetito pero no están exentos de efectos secundarios. Como hemos visto la serotonina inhibe el sueño. Si la bloqueamos con la ciproheptadina estaremos somnolientos. Todos aquellos que hemos tenidos ataques de alergia recordamos que al tomar el antihistamínico nos daban unas ganas tremendas de dormir. También provoca sequedad de boca y visión borrosa, aunque todos son efectos transitorios. No obstante conviene indicar que no debe recetarse a niños menores de dos años.
Quienes han utilizado estos medicamentos suelen dejarlos al cabo de un tiempo para evitar los efectos secundarios. Además se suele dar un efecto rebote : se gana peso pero al dejar la medicación se pierde con mayor velocidad. También he oído de familias desesperadas que administran por su cuenta dosis de ciproheptadina con lo que el apetito del niño en cuestión es plenamente dependiente de la misma.
Los mayoría de pediatras, antes que mandar este tipo de medicamentos, prefieren recetar complejos vitamínicos que compensen la ausencia de ingesta de nutrientes en casos complejos de anorexia infantil. Tampoco son la panacea y el abuso de los mismos puede tener efectos secundarios adversos. A menudo, ante la insistencia de los padres, recetan vitaminas como placebo durante breves periodos de tiempo, de modo totalmente inocuo para el niño. Lo mejor es siempre dejarse aconsejar por el pediatra y no forzarle a recetar algo que no considere adecuado o sea un mero placebo. Y recordad que en la farmacia se pueden conseguir antianoréxicos - algunos hasta sin receta - pero en ningún caso lo debéis de suministrar al niño sin supervisión médica  porque podría tener consecuencias graves.







Por sólo 2.99 €

477 páginas


¿Cuántas familias sufren o han sufrido un calvario para lograr que su hijo coma? ¿Y cuántas veces han acudido al pediatra para obtener un poco esperanzador "ya comerá cuando tenga hambre"?

La inapetencia infantil puede ser un síntoma de una enfermedad pero cuando no existen causas aparentes que la provoquen estamos ante un problema de difícil diagnóstico, capaz tanto de generar conflictos familiares como de derivar a medio y largo plazo en trastornos alimentarios de mayor o menor calado. Es este tipo de inapetencia de la que trata este libro.

Lo cierto es que negarse a comer, si no existen razones que que lo justifiquen, es difícil de explicar. El ser humano, como cualquier otro ser vivo, come para vivir. Lo contrario significaría que no se desea vivir y eso va en contra del instinto de supervivencia.

La inapetencia infantil sin causa aparente no es una enfermedad, es un síntoma de algo desconocido y por tanto se situa en una especie de limbo donde muchos padres se sienten perdidos. Los especialistas en trastornos alimentarios ya sean psicólogos, nutricionistas o pediatras, con cierta frecuencia los miran con suspicacia o directamente los culpan de haber magnficado el problema. 

A día de hoy no se conoce con exactitud la razón por la cual un niño que no manifiesta enfermedad de ningún tipo no se alimenta como el resto de los niños ni en tiempo de ingesta, ni en variedad o calidad, ni en cantidad. Puede afectar al menor en cualquier etapa de su vida si bien suele aparecer cuando el niño comienza a alimentarse de sólidos.

Si bien se conocen los mecanismos que activan y desactivan el hambre todavía no se sabe por qué no funcionan como debieran en determinados individuos. Eso no significa que no se pueda aconsejar actuaciones muy paliativas que orillando las divagaciones téoricas vayan a lo práctico.

La inapetencia no es un fenómeno inusual ni se circunscribe a la niñez. Incluso aquellos que lo sienten como ajeno pueden padecerlo. Se es inapetente si evitas la ingesta de un grupo completo de alimentos, por ejemplo fruta o lácteos. También se es inapetente si nunca se tiene hambre y por ello se ingieren raciones muy parcas, sin que la intención de hacer dieta tenga nada que ver con ello. El tiempo de ingesta, por inusualmente largo, también indica que hay inapetencia. 

La inapetencia infantil marca el devenir del adulto que la padeció, aunque de ella no guarde ningún recuerdo. De hecho muchos de los trastornos alimenticios, leves en algunos casos, graves en otros, incluso las fobias y filias alimenticias que los adultos muestran se podrían trazar en su mayoría hasta la infancia.

El libro dedica extensos capítulos a la nutrición y a ciertas enfermedades provocadas por la comida o cuyo padecimiento puede afectar al apetito. No es absolutamente necesario leer estos extensos capítulos pero sí recomendable ya que os ofrecerá un visión global sobre la alimentación de los niños.

Finalmente este libro, a pesar de estar dedicado a los niños inapetentes, también puede servir de guía para los padres que quieran proporcionar una mejor alimentación a sus hijos. 


Capítulos : ¿Es tu hijo inapetente? · La evaluación del hambre · El tamaño del estómago · "Si no comes no crecerás" · Enseñando a comer al niño · Estrategias · Enseñando a comer al niño · La cuestión del tiempo en la comida · Cocinando para niños inapetentes · Enfermedades asociadas a la alimentación · Niños inapetentes obesos · Hidrocución · Mareos · Celiaquía · Bulimia · Anorexia nerviosa · Resfriado común  y muchos más...

Comentarios

  1. Hola... Solo quiero comentar algo de mi nena... Ella tiene 5 meses y pesa solo 5 kilos... A su edad deberia pesar entre 7 y 7.6 kg... Yo le estoy dando viternum desde hace 2 meses y en realidad solo ha subido un kilo... Que no es poco, pero tampoco se acerca ni al peso minimo... Estoy muy preocupada porque ya se van a cumplir los 3 meses en los que debo de dar el viternum, y no se que voy a hacer si se lo dejo de dar y ya no quiere comer nada! Es muy estresante ver que tu hijo no se esta desarrollando adecuadamente... Y la verad los padres somos muy dados a hacer de todo con tal de verlos mejor... Pero en mi caso yo ya no se que hacer... Me siento muy desesperada, le han hecho examenes de sangre, orina y popo a mi nena y todo sale perfecto... Asi que ya no se que creer... Soy enfermera en servicio social y estoy aprendiendo muchas cosas, pero mi niña esta desafiando todos esos aprendizajes! Y lo mas extraño es que ella esta activa-reactiva, se rie, se rueda, ya estan por salirle sus dientitos inferiores... Grita, llora, balbucea! Se ve tan bien... Que de verdad estoy muy confundida porque cuando la llevo al medico casi me tachan de hipocondriaca, ya que ven de lo mejor a mi bebe, de no ser por la falta de apetito y el peso muy inferior a lo normal. Ojala haya alguien que me pueda dar su opinion! GRACIAS!

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    1. Holita creo que si tu bebe se ve sana no te agobies por peso y talla.Mi hija mide 111 cm y pesa 18.800g con 7 años y eata bien

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    2. Hola se que este comentario es de hace mucho tiempo , quiero sabes cómo le fue a tu mbebe con el viternum se lo seguiste dando ? Estoy pasando por lo mismo y ya no puedo más , ayúdame 😞

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  2. Yo creo q tu hija esta muy bien no cometas el error de darle estimulantes por q a la larga solo va depender de ellos. Suerte😊

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  3. Paso x algo parecido, mi bebé tiene 6 meses pesa 6.700 kg debería pesar 10 me dice la pediatra. Me mando trimetabol pero en ves de darle apetito le da sueño y es más antes me comía mejor sin la vitamina (5 cucharadas soperas) ahora tomando esa vitamina solo me come poco (1 o 2 cucharadas soperas exagerando) noc que hacer

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